Para continuar y cambiando totalmente de panorama, nos dirigimos al centro del país para explorar los bosques lluviosos de Arenal y Tenorio (con sus volcanes y lagos) y Monteverde, los tres son una exuberancia de flora y fauna. ¡Los amantes de las bichos lo flipareis! Vimos colibríes, águilas imperiales (no solo las de la cerveza), pájaros carpinteros, lechuzas, otras muchas aves cuyos nombres soy incapaz de recordar, monos aulladores, ardillas, martillas (hay que decir que a los mamíferos los sentimos más que verlos…), exóticos anfibios, reptiles sorprendentes y venenosos, tarántulas inofensivas y un sinfín de insectos cada uno con su pequeña historia.

Sin duda, el protagonista de esta parte se nuestro viaje fue “el bosque lluvioso” (y la sempiterna lluvia que nos siguió sin prisa pero sin pausa).
Sin título

Las vistas desde el  Arenal observatory lodge nos dejaron patidifusos. Un lago y un volcán, y todo eso envuelto en un manto verde de distintas intensidades, entre las cuales se hallaba una ceiba de 400 años. No olvidamos tampoco el paseo por Península (incluido en el tíquet de acceso a Arenal): un sendero cómodo que nos facilitó el contacto con los aulladores (más bien con los restos de fruta que nos arrojaban desde las ramas) y varios tipos de aves.

Sin título

Sin título

Y claro esta, después de andar bajo la lluvia pocas cosas hay mejores que un baño de agua caliente en aguas termales. Dos opciones, baratas, en la zona de Arenal. Las termalitas y bajarse al rio.

Las termalitas es un conjunto de piscinas llenas de gentes locales por unos 8 dolares. Limpio, barato y ruidoso. Eso si, sirven comida y te dejan entrar comida de fuera, a nosotros nos sirvió para comer, tomarnos un par de cervezas, limpiarnos y decidirnos a visitar el rio.

El rio, el acceso es resbaladizo, como poco, pero una vez dentro el agua esta limpia, caliente y si tenéis suerte cruzaran los monos sobre vosotros.

Después de dos noches y sus días por Arenal era hora de salir corriendo hacia Tenorio. Lluvia era poco, caía de todo desde el cielo. Así que, despacio, sin arriesgarnos que aunque nuestro coche fuera un 4×4 no era barco.
Sin título

Al ir sin ninguna expectativa el hotel nos FLIPÓ (sueño celeste), un hotel familiar, muy muy bien cuidado, con un desayuno que merece la pena y al salir a cenar la primera noche… En el parking… UN PEDAZO DE SERPIENTE atravesando la carretera. Frenazo, risas, preguntas, pero ninguno se atrevió a salir del coche, le hicimos luces, se asusto y cruzó y eah, a seguir a cenar.
A la mañana siguiente descubrimos que hicimos bien en no salir, era una terciopelo, una de las venenosas y agresivas del país 🙂

De allí a ver el rio celeste, que no estaba muy azul ni celeste, pero mereció la pena el paseo, la lluvia que nos cayó y que tuviéramos que tender la ropa en el coche 🙂

De allí a Monteverde, las carreteras que según todos los decían iba a usar ese 4×4.  Juas, me rio yo de las carreteras, ni una sola vez, NI UNA 🙂 Eso si, algún susto de MAREMIA QUE ES ESTO nos dimos en las cuestas.

Llegamos al que seria nuestro hotel y FLIPAMOS, era una casa en un árbol, REPITO, era una casa en un árbol. Toma ya el plan de Dani nos daba otra alegría mas, no tendremos palabras para agradecerle.
Sin título

En el hotel hacían una visita nocturna, que poco imaginábamos que íbamos a ver mas bichos en dos horas que en una semana. Tarantulas, grillos, hormigas, martilla, búho, ranas, pájaros dormidos… UNA LOCURA. Sin duda algo que todos los que visiten Monteverde deberían hacer. Después de eso, a dormir, a flipar con la de bichos que venían a visitar nuestra CASA EN EL ARBOL y a prepararnos que luego visitaríamos el bosque lluvioso.
Sin título

Sin título

Hay varios parques nacionales en Monteverde, pero nosotros elegimos Sta Elena y un lio de tirolinas y puentes sobre los arboles que había al lado. Recomendado, el paseo por el bosque (aunque no vimos muchos bichos) fue de casi cuatro horas y las tirolinas con una de mas de un kilómetro de largo. BRUTAL.

Sin título