La denuncia del grafitty
Llegando a casa a lomos de Jamonera, entrando por donde toca y no los por 3 metros de dirección prohibida como suelo hacer los días que llueve o tengo prisa, me encuentro con el portero, su señora, su hijo, tres policías, un cuaderno de notas y tres trazos mal pintados en la puerta del garaje.
Todos los componentes de semejante reunión andaban mirando y señalando los trazos, menos el cuaderno por motivos evidentes, se giraron al verme llegar. Me dedicaron los tres segundos de cortesía que se merece una situación como aquella y siguieron a lo suyo.
Yo, con mas vergüenza que otra cosa, pregunte que pasaba, que ocurría, a quien le habían robado el coche.
La amable, y sonriente, señora del portero me indico que esa noche algún vándalo había mancillado la puerta de nuestro excelente garaje y habían dado parte a la autoridad.
Después de mirar trece veces arriba y abajo, a derecha e izquierda decidí que los rayajos debían ser los mancilladores.
Al parecer fue hecho con nocturnidad y mala leche, ni lo habían terminado. No terminaba de creérmelo, una denuncia por una pintada. Tres policías y un cuaderno de notas, el portero, su señora y su hijo. Todos ellos bloqueando la entrada del garaje y Jamonera, mi cuerpete serrano y el mando del garaje esperando para entrar…
Dos «sumimasenes», tres reverencias, cuatro «gracias, gracias» y la puerta empezó a subir. Veinticuatro segundos después, nunca tiene prisa, la pintada había desaparecido, la puerta estaba subía.
Todo el mundo dijo adiós, hizo tres o cuatro reverencias y desapareció por donde vino.
Todos menos los cuatro rayajos que a día de hoy, dos meses después, siguen dándonos la bienvenida cada vez que entramos al garaje.
En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos Una historia de ida y vuelta
Hace unos 730 días, relatábamos 500 yenes
Hace unos 1095 días, relatábamos El detalle
Hace unos 1460 días, relatábamos Optimización del espacio, hasta limites…
Hace unos 2189 días, relatábamos Protección antipolvo para el salpicadero
Hace unos 1824 días, relatábamos Que vuelvan pronto
Por suerte no se liaron con Jamonera…los vándalos de mi barrio la tomaron con mi Amoto…la madre que los parió! A ver si pongo la denuncia que fue hace ya 10 meses y lo he ido dejando…
Si es que eso de que Japón es seguro y nada peligroso va a ser un mito 🙂
Ome, la verdad es que si vas a dedicar un poco de tu tiempo y arte en una puerta de garaje ajena…haz algo bonito!!!
Verdad???
Lo mismo lo pillaron a medias y no pudo terminar, pero aún así. Vuelves otro día y acabas 🙂
Pinta de kanji no tiene así que a saber que siginifica
Pa mi que poco, o lo que el artista quiera.
A mi la verdad es que no me termina de gustar
Si aquí hicieran lo mismo con toas las pintás, no ganabamos pá pa «Pulisias».
No pa cuadernos 😉
Desalmados!
Una puerta indefensa y taaaaan bonita
A mi esto de que cualquier idiota, se crea con derecho a dejar su huella donde le salga de……., me repatea. Si quiere marcar territorio, que se vaya a la selva y levante la pata.
A mi tampoco terminan de gustarme las «firmas» pero un BUEN grafity da vidilla a una triste puerta marrón.
Eso si, si es por acuerdo mutuo como que mejor
Ahí le has dao!, «un buen grafity», no una firma epiléptica.
Pues a mí me parece que ha quedado mas bonita.
Siempre has sido un punky tu 🙂