Segundo dia en Kobe, comer y dormir
Al despertarnos después de una noche tranquila nos lo tomamos con calma. Dejamos las maletas en recepción y salimos hacia la ciudad. Con calma encontramos un servicio de información para turistas y decidimos preguntar por listas de hoteles. Perfecto, tienen, ademas nos recomiendan qué visitar en la ciudad por el mismo precio.
Dimos las gracias, es de bien nacidos ser agradecidos, y nos pusimos a llamar, tres posibilidades, dos no y un si. Ya teníamos hotel para esa noche. Ni siquiera una reserva, tan solo preguntaron numero de personas y nacionalidad. Perfecto, a correr toca.
Primero un templo, últimamente tenemos suerte con los templos y en éste estaban celebrando el pasaje de edad Shichi-Go-San (七五三, literalmente hablando «siete-cinco-tres») lo cual nos permitió hacer algunas fotos de niños con quimono. Si eres niño en Japón, es normal que te entre el síndrome ese de Emperador… ¡¡te visten como a uno cada dos años, te llevan al templo y te veneran!!!
Después subimos al edificio del ayuntamiento de Kobe, otra pedazo de torre, desde donde pudimos ver que a pesar de las apariencias Kobe es una gran ciudad. Con un enorme puerto y las montañas justo detrás, vigilando. Ya eran cerca de las 12 y qué mejor momento para llamar a Pedro y ver si conseguíamos encontrar a ese Albaceteño con restaurante. Dicho y hecho, una llamada y cien metros mas tarde estábamos en presencia de Pedro, Mijo y la pequeña Kaori.
Nos recomendaron ir a visitar las destilerías de sake. Alcohol, degustación gratuita, ¡allá vamos!
Tras unas copichuelas de sake descubrimos que estos japoneses también se apuntan a lo que sea, allí había unos cuantos chupando de gratis, digo unos cuantos por no decir un motón. Y lo mejor es que nos pusieron una pegatina, tan solo para indicar que no habíamos ido en coche y podíamos beber TODO lo que quisiéramos. Pero somos unos chicos formales y solo nos tomamos 4 copas, nos estaban esperando en Valmancha para comer y no queríamos llegar tarde. En realidad se trataba de una especie de fiesta de barrio montada por la destilería Sakuraen donde el sake es gratis y hay muchos stands de comida para que la gente eche el rato, todo muy estilo verbena, pero a lo japo.
De vuelta en Valmancha comimos con PAN, a Fernando se le saltaban las lagrimas, tanto que tuvimos que repetir de pan, tres veces. La verdad es que el plato de costillas en salsa que nos comimos estaba bien bueno. Era como comer en casa.
Nos llenamos la barriguita y eah, a salir del bar que esta gente tendrá que currar y no es plan de estar molestando. De vuelta a nuestro ex-hotel recoger las maletas y paseo por el barrio «rojo» en busca de unas birras y algo de picar. Entre unas y otras tonterías ya teníamos entre pecho y espalda cinco cervezas, cuatro sakes y poco alimento.
Más tarde nos ofrecieron una y mil veces quedarnos a dormir en su casa, así nos ahorrábamos el hotel y pasábamos más tiempo con ellos, nosotros, que somos muy educados y no sabemos decir que no, no pudimos resistir tal oferta y terminamos el día dándoles las gracias mientras nos arropábamos para dormir en el tatami de una de sus habitaciones. Eran las dos de la mañana y teníamos que estar despiertos a las 9, Kyoto nos esperaba.
Pd. Primeras fotos ya disponibles, mirar los álbumes.
En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos Trafico después del puente
Hace unos 730 días, relatábamos Domingo y os han cambiado la hora
Qué bueno estaba el pan la virgen. Hubiera repetido cinco veces más!! Fue curioso echarnos una caña con queso manchego tan lejos.
Molan las fotos y veo q españoles hay por un tubo alli. Hasta restaurantes españolitos.
No parais,no
Que buena vida os pegais, y yo que me alegro, disfrutad todo lo que podais y beberos todos los sakes que podais a mi salud.
a vivir que son 2 dias
desde ñluego los hay que han nacio de pié. ¡ vaya potra, pareja!. ¿será verdad que hasta sois «güena hente?.
las fotos muy chulas, sobre todo el niño-emperador, es una monada.
que los budas os sigan siendo propicios.besitos