¿a Cuenca?, ¿a la mierda?, ¿a la luna?, ¿al infinito y mas allá?

De copas por EBISU

noviembre 18th, 2008 Nerea

Como siempre, nosotros en nuestro buen rollito apalancadetes en Gyotoku, no íbamos a hacer nada el viernes, pero Chiki nos lió para ir a tomar unas cañas de verdad a un bareto español al otro lado de la ciudad con sus colegas del laboratorio. Como no me fiaba de sus intenciones para con Guillermo, invitamos a Sato-san, nuestra profe de japo. Una tía cachondísima que prometió pasarse después de hacerse las uñas… no es coña.

Fin_de_semana_Kabuki011

Llegamos muy pronto a Ebisu y nos dimos unas vueltecitas por el barrio, otra cosa no será pero bares, por un tubo. No encontrábamos el Tío Danjo pero sacamos un par de fotillos interesantes y es que aquí en diseño se comen la bola mas que el copón, comparado con nuestra vieja y tradicional Europa… Pues al final, en un callejón oscuro encontramos el dicho bar, que parecía que lo hubieran sacado de cualquier calle de spain, porque no le faltaba detalle… ni tampoco le sobraba. La carta toda en español (y en katakana para que  puedan pedir purupo a la gaiega y torutiya, y un carta de vinos que da envidia a nuestra botella robada de la recepción: manzanilla, sherry, sidra, tintorro y un Alvarinho que agotamos aquella noche con la inestimable ayuda de Aki y Sato (Peter, Simosoño, la otra chica y el otro señor de las fotos se marcharon prudentemente a las nueve y poco, creo…)

Fin_de_semana_Kabuki008

Les hicimos probar de todo: jamón, quesito manchego, croquetas..hasta callos!!!! Menos mal que Fernan me frenó cuando intentaba explicarles lo que eran porque no se los habrían comido en la vida.
Desde luego, volveremos. Tio Danjo, en EBISU, cerca de la estación, un buena dirección para nostálgicos gastronómicos (y baratico de precio además)

El viernes llegamos a casa por los pelos, pero no debíamos quedarnos por ahí de fiesta. Teníamos cita con Kato-san, un profesor de japonés voluntario en el Centro Social de Gyotoku para dar una vuelta por el Palacio Imperial. No paraba de hacer preguntas, contarnos historias de la Era Edo y de decirnos que posáramos para sacarnos fotillos.

pleasant ville

Un encantador guía que me recordaba en muchas cosas a Hirata-san (de Kamakura). Para los que empecéis a haceros un taco, podréis consultar el elenco de artistas invitados en el álbum de fotos Haciendo amigos. Con la tontería de caminar, nos dieron las 3 y no habíamos comido (ni apenas desayunado), así que nos tomamos un café y nos despedimos de Kato-san.

Katosan y Yo

GINZA
Llegamos a Ginza aún de día y tras un encuentro furtivo con Fernan y las ardillas nos fuimos a comer ramen y a dar un paseo por Ginza en busca de un bareto…  Dios que pijerío más abrumadorrrrrrrr. Creo que mejor dejaros las fotos porque no tengo palabras… bueno, algunas si que tengo. Ginza a primera vista se parece a cualquier zona de shopping, pero cuando el sol se pone, uno se da cuenta de la PASTA que rezuma por los poros de sus edificios. Sudor luminoso en forma de neones futuristas, pantallas gigantes con anuncios de todo tipo y un olor a azufre propio de las más altas casas de costura… Colas considerables salen (o entran) en esos gigantescos pulpos de cemento (corazón corazón corazón de hormigón!!!!!!) como tentáculos que atrapan a más y más víctimas del fashionsonsumismo… Sin embargo, en lugar de rictus de horror y mandíbulas desencajadas por el miedo, estas víctimas parecen disfrutar con la experiencia. Mejor para ellos.
Una hora y media después, y mucho más cerca del Kabukiza, encontramos el rincón del bucanero traidor, anunciando una atractiva HappyHour que resulta ser un espejismo que solo se produce entre semana… pero aun así es barato, y caen un par de copas antes de que nos llame Chiki desde la puerta del Kabukiza.

KABUKI (¿qué es el kabuki?)
Aquí la gente puede comprar la entrada para 3 obras consecutivas (4 horas y pico de representación…ahí lo llevas) o por separado. Fernan tenia una entrada para 3 obras y yo un Guille bebedor de cañas. Así que en la última representación, intercambiamos guille por entrada y disfruté como una enana de una merecida siesta de 15 minutillos y una representación increiblebleble….
Explicarlo sería muy difícil, y eso que tengo aquí el prospecto en inglés y todo: la magia, el colorido, el honor, la comedia, la danza y la música, claro. Pese a ser hombres, los papeles femeninos tienen mucha credibilidad y fuerza, uno de los onnagata estaba considerado Tesoro Viviente en Japón incluso. Si debemos creer lo que dicen las guías, las mujeres tuvieron que desaparecer del Kabuki porque los espectadores se ponían muy jabatos… (incontrolables testosterónicos) y claro… ¿Qué haces con 40 samurais salidos como motos?
No me importaría volver.

Para culminar la noche y sobretodo compartir puntos de vista sobre el Kabuki, los compis de Fernan habían reservado en un restaurante de por allí… Dios, que miedo nos dios ver el sitio. Bar a vin, con solo vinos europeos del copón, Saint Emilion incluido (cayo una botellita…)
No voy a negar que lo pasamos bien, ni que fue un clavazo del 15. eso si, la de tiempo que hacia que no probaba un buen camembert, un reblochon, un azul…
Las fotos os ayudaran a meteros en ambiente (6 talegos por cabeza os ayudaran a decidir si queréis que os llevemos…jurjur)
Andábamos todos bastante reventados, así que no costo mucho convencernos de que lo mejor que podíamos hacer era tirar para Gyuotoku y rezar por una noche larga y un sueño reparador. Y así fue… solo que al final, el domingo, también nos liamos! Pero esa es ya otra historia.
Kiyos y kiyas, dewamata!

Pd.- más fotos en los álbumes

En un remoto pasado

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