Hay un conejo en la Luna, Luna..
Hay un conejo en la Luna, Luna
que ha venido de Japón.
Hace poco llegó un compañero nuevo al cole y el otro día me trajo esto en señal de agradecimiento. Son unos dulces que se regalan por el equinoccio de otoño con motivos variados pero siempre entorno a dos elementos: el conejo y la Luna. El tocino y la velocidad, dirían otros… ¿A qué viene la relación entre ambos? ¿Quién quiere que le cuenten un cuento?
El zorro, el mono y el conejo se encontraron con un peregrino hambriento. El zorro y el mono consiguieron carne y fruta, pero el conejo se sintió tan afligido al ver que no tenía nada que dar al pobre mendigo que… (preparaos, de verdad, yo me quedé de piedra pómez cuando me enteré) El conejo hizo una fogata y se inmoló. Fue la primera y última antorcha conejil. Obviamente, imaginad la cara de espanto de los niños al descubrir el destino del peludo y entrañable animal, por lo que los maestros de escuela edulcoraron algo el final. No me explico otra razón para el brusco giro en la trama, ya que el peregrino anónimo resultó ser un poderoso dios, que en prueba de agradecimiento llevó los restos mortales del orejudo benefactor… a la Luna. Un par de preguntas vienen a mi mente, ¿por qué no resucitarlo simplemente y tomarse una ensalada de verduras juntos? ¿Se zampó al conejo y luego llevó sus huesos a la Luna? Mucho más cuando lo sepamos.
De momento, ahí os dejamos estas imágenes de los dulces alegóricos a la figura del Conejo de la Luna. Me pregunto qué habría hecho ese conejo de haberse tratado de una historia española, francesa, brasileña…
Gracias a Silverchaos por su maravillosamente escrito y entrañable post, menos mal que siempre hay alguien que ya se ha enterado antes que tú… y ha hecho un post para contarlo.
En un remoto pasado
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Que que?????????????????????????????????
Se inmoló el conejo? No puede ser, ja, ja.
Si me hubieran contado este cuento en primaria habría acabado aún más tarada de lo que ya estoy…
Y digo yo, para qué se inmoló el conejo, si el zorro ya había conseguido carne. ¿Y qué carne consiguió el zorro?, porque con un conejo al lado…
Si la historia fuese española, acabaría en paella FIJO! 🙂
La historia esta llena de incongruencias, como la del zorro que no caza al conejo, teniéndolo tan cerca… bendita infancia
Que monada de regalo…
Saludos desde México
Y además están riquísimos los dulces, son como las pastillitas que comíamos de pequeños, me he zampado casi todo de golpe!!!
¡Por eso no comen conejo los japoneses! después de contarles esa historia es lo menos que podian hacer.¿Eso es literatura infantil nipona?, y luego criticarán a nuestro lobo feroz y caperucita
Ya… pero luego se llevan a los restos del conejo a la Luna en honor a su sacrificio y todo eso… Bien pensado, tienes razón, vaya salvajada! un besiko, mami
Vaya forma de terminar con el conejo 😉
Claro, de donde nosotros venimos, se honra a l conejo de otra forma: zampándoselo!
Conejos kamikazes!! Claro que sí! Es la respuesta que llevabábamos tanto tiempo buscando…
Que tiemble la torre de Tokio, un ejército de conejos kamikazes antinucleares prepara un ataque suicida!!!! BANZAI!!!