Tenemos find largo

Y claro, estamos intentando salir de Tokio como sea. Nuestra idea era alquilar un coche, pero cuarenta millones de japoneses han pensado lo mismo, aun así lo conseguiremos, SEGURO que algo conseguimos, para tener mas noticias tendréis que esperar al martes, pero mientras, disfrutar de mi jeta.

Que ganas iba teniendo de colaros una cosa de estas animadas, uf, que gustico, ahora mientras yo descanso y a vosotros os entran ataques de epilepsia recordar, LA FERIA de Lorca empieza hoy, el lunes nosotros no curramos, aun hay sol y posiblemente salgamos de Tokio, ¿es o no es bonita la vida?

En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos Y llego lo inevitable, Ese torito, toro…
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Avispa asiática GIGANTE

Hace unos días en uno de esos ratos en los que estas como que no estas, pero estas, me dio por ver un par de vídeos que salían en el blog de Las Penas del Agente Smith y flipé. Si aun no los habéis visto ir a verlos y luego venís a seguir leyendo.

Bueno, pues como sale en el National Geographic ese tiene que ser verdad, pero nosotros no habíamos visto ningún monstruo de esos. Vamos que si Cthulhu se despierta y ve venir así como para él un par de esos avispones estamos salvados.

Pues el fin de semana pasado vimos DOS, uno vivo que intento hacerse amigo de Nerea, menos mal que se asusto, la avispa y Nerea, y ninguno sufrió daños. Y al poco rato, paseando por la playa, nos encontramos con otro ejemplar, este un poco mas muerto.

Aun muerto yo me atrevía a pillarlo con la mano, ¿habéis visto el tamaño del aguijón? Así que para hacer comparaciones os tendréis que conformar con verla al lado de mi pato llavero

Vamos que no, que un bicho de esos te pica y te marca el día en el calendario como el día en que doble en volumen y sin ir al gimnasio…

Para todos los que siempre queréis saber mas, el pozo de la sabiduría. Para el resto, otra razón para no venir en verano a Japón.

En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos Como diría Fidias Fogg, es una suerte viajar hacia el Oeste…
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Tenia que pasar…

Y es que después de dos anos no era normal, ya hasta dudaba de su existencia, pero anoche, volviendo a casa…
Mejor no adelantar acontecimientos, empecemos por el comienzamiento y pongamos la situación por delante de los situantes…

Salí del curro ayer y me fui en búsqueda de Monti para irnos a ver Ginza en moto, Akiba en busca de una tarjeta de memoria y luego a por Nerea a cenar en Ueno. La verdad es que nos fue perfecto, Ginza estaba casi sin trafico y todas las luces encendidas, puede que faltaran mas quimonos en las aceras, aun así sigo pensando que Ginza no merece mas que esa visita si no te interesa la arquitectura.

De allí rapidito a Akiba que cierran. Tan concentrados estábamos en lo que hacíamos que hasta conseguí explicarle, sin usar las manos ni señalar, al dependiente que si podía prestarme una tarjeta de memoria para probarla en la cámara y en JAPONES, INCREÍBLE-BLE!!

Llegamos a Ueno, nos encontramos con super Nerea, visitas de rigor y a los yakitoris, a comer un par de pinchitos e hincarnos un par de birras (ATENCIÓN) así pasamos un rato agradable mientras esperábamos a una amiga de Monti que cenaría con nosotros. Kaiten sushi, agradable conversación y para terminar la velada de nuevo a los yakitoris, una copa para bien terminar la noche. Eso si, yo esta vez un par de tés que luego me toca conducir (DOBLE ATENCIÓN)

Una vez las despedidas de rigor y las carreras para el metro nos montamos en Jamonera y para casa. Despacito que era el primer viaje para Monti por la zona y así podía hacer fotos y disfrutar de las avenidas.
En ello estábamos cuando llegando a casa, en el ultimo puente, dos coches de policías, 10 Luke Skywalkers e indicaciones de que fuéramos mas despacito. Todo tenia pinta de ser un accidente, y mientras nosotros pensábamos que el puente iba a estar cortado y nos tocaría dar un rodeo los policías nos hacen pararnos… (MEGA ATENCIÓN)

-Buenas noches, ¿habla usted Japones?
-(después de lo de las tarjetas FIJO que si) Un poco, un poco
-Perdone, pero esto es un control de alcoholemia
-(OSTIAAAAAAAAAAAA)
-Puede usted soplar aquí
El señor me tiende un aparato con forma de micrófono y me dice de soplar
Yo, que veo que el parato no tiene pitorro empiezo a preguntarme si lo tengo que meter en la boca o no, ante la duda mejor no.
Soplo
-¿Puede hacerlo usted otra vez?
-¿De la misma manera?
-Si, si, igual.
-Claro, sin problema.
-Gracias, no ha bebido usted nada, puede continuar, gracias por conducir con seguridad.
-(YEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH) (JODER, MEGA YEAAAAAAAAAAAAAAH) Gracias a usted, buenas noches

Salimos del control con una sonrisa de oreja a oreja, discutiendo sobre el efecto de dos horas de espera, un montón de pescado y dos tes en el grado de alcoholemia.
En Japón es 0.0 y la multa son 300000 yenes, si, si, TRES CIENTOS MIL, retirada del carnet y hasta cárcel como te pases mucho.
La verdad es que aun no entendemos como pudo dar 0.0, lo mismo tenia la maquina apagada, lo mismo dos horas bastan para reducir dos cervezas, sobre todo habiendo cenado entre medias, lo mismo el policía no quería liarnos una gorda. Lo que si sabemos es que fue nuestro primer control de alcoholemia, que esperamos que sea el ultimo y que me alegre LA OSTIA de no haberme tomado una ultima cerveza sino un par de tés.

En un remoto pasado
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Normas en Japón

Si hay algo que sorprende por mucho que lo intentemos es la cantidad de normas que existen en este país, la increíble capacidad de la gente para cumplirlas y la, aparente, falta de discusión de las mismas.

Poca gente conozco que lleven aquí mucho tiempo y no hayan tenido algún encontronazo con «esa regla» estúpida que esta ahí porque nadie se ha planteado quitarla y que todo el mundo cumple. Son situaciones en las que te sientes aun mas extranjero, aun mas incomprendido.
Eres un puto salmón luchando contra corriente y con miles de osos que te esperan conforme subes.

Afortunadamente algunos días alguien te da una alegría, te deja ver que en el fondo, por mucho que día a día pensemos que son cuadradetes y que nada cambiara no es así. No digo que vayan a levantarse y quemar la Bastilla, pero que alguna alegría de esas de levantar el puño y gritar revolución si que nos han dado.

Ayer, sin ir mas lejos, un representante de la autoridad, también llamados policías, me demostró que era posible saltarse una «norma estúpida»…

Pongámonos en situación, ocho y diez de la mañana, salgo a por Jamonera que me espera en el parking, la acaricio, le doy su azucarillo y eah, pa arriba, al curro.
La calle del parking es, supuestamente, de una sola dirección y es girar a la derecha al salir. A mi eso me hace dar un rodeo de la leche y como son menos de diez metros giro a la izquierda y termino antes.

Allí estábamos jamonera y yo girando a la izquierda, despacito, cuando vemos viniendo de frente una moto con un policía, llegamos al cruce (ilegalmente) y giramos a la derecha, ahora ya siguiendo una circulación legal. Semáforo en rojo, nos paramos y a esperar.
De repente la moto del policía se para a nuestro lado y nos suelta mas de cuatro palabras seguidas en japones, vaya, problemo, apagamos el motor y le pedimos que repita, por favor.

-La calle de la que acaba usted de salir es de una sola direccion.
-Lo se, lo se, perdone, pero al salir del parking tengo solo diez metros y evito un rodeo.
Diez segundos de silencio…
-Bueno pero tenga cuidado.
Me quede en silencio, sin saber si lo había entendido bien, hasta que el semáforo se puso verde y seguí mi camino.

Aun no tengo muy claro si lo entendí bien, pero me da que si, que el señor policía me dijo que no pasaba nada si lo hacia con cuidado. Ole!! y yo allí con mi puño hacia arriba y una lagrimita que me caía.
Alegrías como estas no se las dan a uno todos los días.

NOTA.- De hecho en la calle si giro a la izquierda al salir del parking, ilegal, hay una señal de stop que solo se puede ver yendo en direccion prohibida en esa calle, así que o la señal esta mal, o lo que yo hice en el fondo se puede hacer.

En un remoto pasado
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Piscina, bajo agua…

Supongo que recordareis que la piscina de al lado de casa es GRATIS, y claro, como el calor ya empieza a apretar de lo lindo y eso de la temporada de lluvia se ha terminado. Decidimos que nada mejor que pasar una tarde de calor dentro del agua.

Nosotros recordábamos una piscina semi vacía, con el agua fría y una gran tranquilidad, jodo si hasta podíamos intentar hacer un par de largos. Evidentemente no eramos los únicos en haber tenido esa idea, y al llegar nos encontramos con una piscina superpoblada y un agua calentita, pero oye, que es gratis y refresca, no nos íbamos a quejar.

Pero si contáis la cantidad de piernas que pasan en lo que se intenta hacer un largo, andando, que nadando era imposible, veréis porque Japón es uno de los países mas poblados del mundo, y si estáis en una piscina en verano, mas aun.

Como anécdota… El domingo lunes, que era fiesta, volvimos a la piscina al principio del segundo turno y al cabo de cuarenta y cinco minutos todo el mundo salio del agua, sabiendo que los turnos son de una hora y media no terminábamos de entenderlo, pero salimos. Al parecer hay una pausa de diez minutos porque estar una hora y media dentro del agua no es bueno para la energía del cuerpo…

En un remoto pasado
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Eso ya se cura solo…

Mira que ya me decía yo que esto iba a terminar mas o menos así, pero bueno, armado de valor me decidí a ir al hospital.
Hace ya casi un año que una herida en la patilla afea mi pulcro aspecto, y claro, no podía ser, tenia que ir al medico a ver que me decía.

Ayer prepare mi visita, que si como se dice herida, que si como se dice curar, que si…
Así durante varias horas torturando a Richard y al chico con el que hago intercambio de ingles/japones.

Una vez todo preparado tan solo teníamos que ir al hospital esta mañana, coger un numero, esperar nuestro turno y tener algo de suerte.
Y algo tuvimos, algo de suerte…
Numero cinco, BIEN, empiezan a las nueve, BIEN, espere en las sillas, de acuerdo…
A las nueve y media nos llaman, entramos a la consulta y a flipar
El doctor mira la herida y nos dice…

• Es una cicatriz
• Si, si
• Oh, pues a esperar y ver
• Perdon
• Que nos toca esperar y ver que pasa
• Es que la tengo desde hace un año, sabe usted, creo que ya he esperado mucho
• (mierda, este se lo sabe, se debio pensar el medico, cambiemos de tactica) Eso se debe a que se cae la costra y se vuelve a abrir
• Si, si, seguro
• No es un tumor maligno (asi, asi, dando miedo)
• Ah, gracias, entonces…??
• Nada, podría darte medicamentos, pero no te ayudaran. Hay que esperar que cierre
• Eah, pos gracias

Al menos el señor medico no nos invito a abonar la consulta y nos dejo abandonar el hospital de rositas. Y yo a seguir poniendo mercromina en la herida todas las mañana ya tener cuidado que la costra no desaparece y vuelve a abrir la herida…

Viva la seguridad social y el saber que no es un tumor maligno sino una herida que no cierra.

En un remoto pasado
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Atrapado sin salida

Hacemos una pausa en las aventuras americanas, un breve receso, pero volveremos.

Anoche después de la clase de Kendo nos fuimos a tomar unas bebidas refrescantes y a llenarnos el vientre con algo de comer. Yo deje a Jamonera en la entrada del edificio sabiendo que allí estaría segura.

Sin preocuparme de la hora de volver a casa disfrutamos de una agradable velada, hablamos de todo y nada y nos despedimos hasta la siguiente clase.

Y ahí llego la sorpresa, llegamos al centro de deportes y…

UNA REJA, si, si, una REJA en la puerta impedía que pudiera sacar a Jamonera y llegar a casa, dos problemas, como volver y como sacarla se me planteaban.
La gente del centro me había dejado un amable papelito recordándome, como si lo supiera, que no podía dejar allí el «vehículo»

Como si de haberlo sabido hubiera hecho yo esa locura, arriesgarme a que me encierren a Jamonera, sin salida, ella y yo atrapados por una puerta metálica, mi medio de transporte condenado a dormir solo y yo a vagar por tierras niponas en busca de un lugar donde dormir. NI DE BROMA!!

Afortunadamente nuestro entrenamiento de NINJA POR COJONES nos ayudo a rescatar a Jamonera, un paseo por las jardineras del recinto, no muy altas afortunadamente, y era libre. Tres o cuatro minutos para recuperar fuerzas y corríamos felices de vuelta a casa.

Y yo me digo, que lo mismo lo hay, ¿pero un papelito avisando que el recinto cierra? Vamos ¿uno que, a ser posible, no tenga solo pulpitos? ¿uno que yo pueda leer? o sino dibujitos, que los carteles japoneses son PERFECTOS no hace falta saber leer, miras los dibujitos y listo. Pos uno de esos, ¿¿no podrían ponerlo tamaño puerta de castillo??

En un remoto pasado

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El gas del metro

No, no vamos a hablar de aquel que unos locos soltaron hace tiempo. Nosotros queremos hablar del que estamos seguros ponen para tenernos dormidos como niños.

El metro de Tokio tiene una cualidad, a parte de su dilatación en hora punta, que nos sorprenderá siempre. Y es que uno no puede pasar mas de veinte minutos en él sin sentir una modorra que se apodera de tu cuerpo y no te deja hacer otra cosa que no sea dormir.

Da igual que sea día de semana, fin de semana, festivo o laboral, si usamos el metro para volver a casa es llegar y caer sobre la cama como piedras.
Lo cual nos lleva a pensar que ponen «algo» en el aire del metro, seguro que hay un gas que nos atonta y evita que las marabuntas se agiten o revuelvan de forma violenta.

No hay mas que subirse a un metro en Tokio después de las cuatro de la tarde para ver como la gente cae dormida por todos lados. Y si subís después de las ocho de la tarde no solo los veréis medio dormidos sino con cierta sonrisa en la comisura de los labios, puede que añadan un poco de gas de la risa a la mezcla. Así volvemos todos contentos a casa.

Hay malas lenguas que dirán que todo es debido a otra cosa, a lo consumido antes de montar en el metro.

A que si vamos en el metro y no en Jamonera es porque hemos estado bebiendo, que las sonrisas se deben a la ingesta abusiva de alcohol. Para nada, hay un gas, seguro, probado no, pero seguros si que estamos.
Eso si, solo lo ponen de vuelta a casa o en hora punta,  si vamos hacia el centro a medio día no hay problema, el gas suele estar cerrado.

Tendremos que llamar a Colombo para que lo investigue…

En un remoto pasado

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Matsuri de La Polla

Ya teníamos ganas de ir a un matsuri, festival, para mi están asociados al verano y al solecito, las cervezas y eso de salir en pantalón corto y volver a casa medio quemado y medio pedo.

Pues este fin de semana fuimos al primero de los que esperamos sean muchos este verano. Al parecer es un matsuri muy conocido entre los extranjeros pero no tanto entre los japoneses, vete tu a saber por que.

Al principio todo parecía normal, que si banderita, que si tengu, que si niños pidiendo pasta y dándote una bendición a cambio.

Vale, vale, muy normal, pero levantamos la vista y vimos el primer mikoshi, altar, y se acabo la normalidad…

El festival celebra la fertilidad, la protección contra las enfermedades venéreas y todo ese rollo, pero para explicaciones os miráis el pozo del conocimiento que tiene entrada sobre ello. Nosotros hemos venido a hablar de lo que vimos.

Si nos abstraemos de los PENES, que eran muchos, el matsuri reunía lo fundamental de esos eventos, gentes, peinados y mikoshis que merecían la pena ser fotografiados.

Pero en cuanto mirábamos un poco mas veíamos a gente chupando PENES, bueno, piruletas en forma de, por todos lados.  Para medio día y estar en mitad de la calle era un poco raro.

La «procesión» estaba formada por tres mikoshis, el primero con un gran pene metálico negro, el segundo con un ENORME pene rosa y el tercero uno de madera. El primero era el mas serio de todos, muy normalito y sin mucho movimiento. El segundo era una locura…

Todos los porteadores eran locas maquilladas y eran los más fotografiados/as.

El tercero era el más parecido a los que habíamos visto, gente empujando el mikoshi de un lado a otro, gritos de animo, cambios entre los portadores, ¡¡MATSURIIIIII!! ¡¡pero con un pene en to lo alto!!

La verdad, como experiencia no esta mal, si podeis tenéis que ir, seguro que os reís, pero creo que el porcentaje de gaijines por metro cuadrado batía, y por mucho, a los japoneses y eso que estos jugaban en casa. No creo que sea un festival extremadamente representativo de Japón, pero es como decir que la tomatina representa a España.

Aun así, nosotros, que somos gente formales de puertas para fuera, nos compramos nuestro PENE PIRULETA y nos lo comimos en casa…

Envidiaaaaaaaa

Eso si, no os perdáis el ALBUM, que hay miles de fotos, bueno, miles no, pero cuarenta fotos si.

En un remoto pasado

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Se lió parda en la piscina

Ni idea de que ha pasado, ni idea de que iba la cosa, pero me he encontrado con una escena de lo mas rara al salir de la piscina en la zona de las taquillas hoy.

Iba yo con mi cuerpo de adonis con problemas para retenerse ante la vista de una birra y me encuentro delante de mi taquilla cuatro miembros del personal de la piscina, tres policías, una taquilla abierta y todas las cosas por el suelo, perfectamente dobladas, pero por el suelo.

Mi imaginación, que nunca espera que yo le diga a por ellos, se lanza en aquel momento a ofrecerme explicaciones de lo que estaba pasando (evidentemente mi japones no la iba a ayudar mucho)

1. Habían decidido que hoy era el día que iban a abrir todas las taquillas en busca de droga, explosivos y armas de destrucción masiva. Afortunadamente, para mi y para mi mama, yo poseo ninguna de esas cosas y mucho menos en países con pena de muerte.
2. Un miembro de la yakuza japonesa usa mi piscina y estaban registrando su taquilla mientras el hacia largos entrenándose para sus próximos «trabajos»
3. Esa taquilla había estado cerrada durante mas de una semana y los empleados de la piscina habían avisado a la policía antes de abrirla por si había algo raro en su interior.
4. El dueño de la taquilla había muerto durante su ejercicio y ellos estaban allí para poder identificarlo. Evidentemente mientras uno nada no suele llevar mas que la llave de la taquilla.

En ese punto le dije a mi imaginación que se apagara un rato que yo iba a ducharme y así ella podría descansar también, lo mismo para cuando saliera de la ducha ya habían abandonado el lugar y podría enterarme de algo mas.

Ni de broma, allí seguían, habían doblado y recogido todos enseres y/o pertenencias del sujeto y enseñaban el equivalente del DNI a un señor mayor que solo estaba cubierto por una toalla, al parecer podía conocerlo.
Así como de refilón vi la foto y me pareció un señor mayor, las opciones 1 y 2 se me iban al traste en menos de cinco segundos…

Vamos que mi visita a la piscina para hacer unos cuantos largos se había convertido en una novela policíaca donde todo apuntaba a la opción 4, pero al salir, ni ambulancias, ni sirenas, ni coches de policía, NADA. Eso si, mil de sumimasen, sumimasen, sumimasen y reverencias de 45 grados por haberme tenido esperando para llegar a mi taquilla.

En un remoto pasado

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