La tumba de los espejos
Siguiendo «tradiciones orales», vamos, contando lo que nos han contado….
En las tumbas de los japoneses se suele dejar como recuerdo al mismo aquello que le gustaba hacer en vida, si bebía café encontramos latas de café, si era un niño encontramos juegos, así que suponemos que en esta tumba a la persona le gustaba mirarse, o era alguien un poco presumido. Por eso le dejaban tantos espejos.
Espero que esto aclare una de las dudas de la visita a Niijima, para la de las jaulas tendréis que esperar, aun nos da miedo hablar de ello 😉
En un remoto pasado
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A lo mejor era maquillador, o peluquero, o modelo o un científico dedicado al estudio de la luz y sus reflejos…
Eso si que da miedito :O
Era un narcisista 😉
¿No podía ser una coleccionista, presumida o no?
¡Espejito, espejito….!
Por Dió, ¿a mí me dejaran «brujitas»?. Miedo me dá
Y no podia ser aficionado a los polvos de empolvar naricillas, je je je.
!!!!!!!!!Esa jaula, esa jaula, es, es!!!!!!!!!!!!!
Ahhhhhhh… Es verdad que me suena haber visto eso en algún sitio por ahí… Y que hacen de todo pero de mentira para que lo dejen en las tumbas, no? O eso era en China? Me parece a mí que tengo una pequeña empanada oriental… 😀
Mal rollaco da la foto…. :S
Y si lo tuyo eran los coches? iban a dejar un taller enterito lo menos. Muy curiosos lo de las costumbres según un país u otro.
Respecto a lo que dice Uvepece, no se si se referirá a los regalos de papel que se queman durante algunas celebraciones chinas.
Pues igual es eso… aunque me sonaba que era para dejarlos en los cementerios pero bueno… No me acuerdo muy bien así que podría ser lo que tu dices 🙂