¿a Cuenca?, ¿a la mierda?, ¿a la luna?, ¿al infinito y mas allá?

Los curris de los cielos

Cuando miras a los rascacielos de Tokio, generalmente esos mastodontes de acero te devuelven una mirada lisa e imperturbable. Todo queda ahí. Pero esta mañana, la mirada fría se tornó en guiño. A las diez de la mañana, mientras nuestras últimas visitas se instalaban en el Narita Express, mis ojos se desviaron al reloj del NTT Yoyogi Building… ¿Las cinco y media? ¿Perdón?
¿Por qué el reloj del edificio del NTT Yoyogi no da la hora?…

NTT YOYOGI  ¡Porque lo están limpiando! Varios “ninjas limpiaventanas de los rascacielos” colgaban frente al reloj, atareados, ajenos a nuestra sorpresa y a la de muchos otros viandantes.

NTT YOYOGI Limpiaventanas

¿Quién hubiera pensado que se podría ensuciar o limpiar el tiempo? Una vez más, los pequeños ninjas que limpian paredes de metal nos daban una lección. Todo se limpia (menos las ventanas de nuestra casa), todo se ensucia (menos las ventanas de nuestra casa)

Valió la pena sacar a los visitantes para una última foto… de los “curris de los cielos” (quien no haya visto Fraggel Rock…).

Y con la emoción olvidamos sacarnos una última foto juntos. Pero se han llevado un guiño único.

4 Comentarios a 'Los curris de los cielos'

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  1. nerea dice:

    Cómo lo flipamos con los curris… En serio.

  2. Neki dice:

    Me parece a mi que cualquiera no vale para ese curro

  3. Sol dice:

    Tanta tecnología y aun sin relojes auto limpiables ña! 🙂

  4. Jota dice:

    jajaja parece una peli de Harold Lloyd