Marché de Noël de Strasbourg à Tokyo
On se réveille, on se dit que c’est cool d’être au Japon, mais qu’on serait bien mieux avec un bon vin chaud et tout d’un coup…
La magia de las ciudades grandes, de un salto estábamos en una copia pequeña del mercado de navidad de Estraburgo, ni siquiera tuvimos que abandonar el país, ni nos hizo falta usar un avión, un rato de metro y… estábamos en Francia (o algo parecido) y podíamos disfrutar de todos esos detalles que hacen de los mercados de navidad del norte de Francia un sitio donde hay que ir si o si.
Una de las pocas cosas buenas de que haga frío es que se puede disfrutar de un vino caliente con especias, de una flammekueche el olor a canela y clavo y pasear por las casetas buscando un regalo un poco mas original de lo que acostumbramos.
Nada mas llegar nos dimos cuenta que no había muchas casetas, eso solo podía suponer una cosa, habría mucha comida y bebida y poca artesanía que era lo que íbamos buscando, pero tampoco nos quejaremos.
En cuanto pusimos los pies dentro del mercado nos ofrecieron degustación de algo que olía a alcohol puro y daba miedo ver la cantidad que ponían, ni con pipeta de precisión se puede poner menos.
Pero claro, el nombre, el nombre daba miedito «gratte-cul» (rasca culo) no es el nombre que yo le pondría a una bebida alcohólica de baja graduación, no.
Seguimos avanzando y alli estaban, las elfas
Elfas japonesas, alineadas en perfecta formación dentro de la caseta mientras vendían PAN, si, si, PAN. Es lo que tiene la navidad que a cada uno le da por una cosa.
En cuanto evitamos el canto de sirenas del pan corrimos hacia las camionetas que vendía comida de verdad, esa que quema al acercarse a la boca, achicharra las papilas mientras la masticas y te deja la traquea sin ninguna rugosidad mientras cae hacia el estomago.
Así me quede mientras esperaba a que se enfriara y es que no es lo mismo, mola quemarse, que te salga el humo por las orejas y que tengas que hacerle señales a alguien para que te de algo de beber o tener que dar saltos mientras abanicas la boca 🙂
Ya solo nos quedo esperar al concierto de acordeón, malditos pajaritos, y el encendido de las luces para poder volver a casa con esa sensación de navidad que si nos gusta, la del estomago lleno y las manos calientes.
Si os fijáis poco parece que no hay gente 🙂
Así es mas fácil, una sin gente.
En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos Que hacer un domingo por la tarde
Hace unos 730 días, relatábamos Furoshiki (風呂敷)
Hace unos 1095 días, relatábamos Nerea se esta reponiendo, poco a poco
Hace unos 1460 días, relatábamos bueno chavalotes
Dios mío…pan!! Es que la navidad puede con todo! No puede ser que no compraráis! :S
Es que era pan de cereal y pan con QUESO y claro, como que no era plan
Qué caña, los mercadillos navideños tienen el poder de haceros viajar a otra cultura sin moveros de casa. Veo que os pusisteis finos… Me alegro 😀
Siiiiii, los mercadillos navideños a mi me recuerdan a Francia, no lo puedo evitar.
Mola verte de vuelta por aki
Yo me he quedado con ganas de saber si al final rascó y ganó.
Pues yo no pude beber, pero se lo preguntaremos a la Nere
Mira qué bonico! bonico del tó!!!.
Suscribo el comentario de Curro, con esa ínfima cantidad ¿rascó o no rascó?.
Yo queria juguetes de madera!!! que es lo que mas mola de los mercado de navidad, pero bueno, nos conformamos con el beber y el comer.
Me da que no rasco, había mu poco
¿pan? pero ¿pan pan? ¿el de hacer bocatas?
Xacto, el pan de hacer bocatas, que aqui hay poco, muy poco, y se pone blando en el tiempo que tardas en llegar de la panadería a tu casa
Como no conozco los mercadillos navideños de Francia no los puedo comparar, pero me ha recordado a los típicos mercadillos que ya habrán puesto por España ^^
Por cierto, ¿a nadie le suena lo de «rasca-culos» en Family Guy? Me ha hecho gracia acordarme de eso xD
🙂 Gran serieeee, gran referencia
a otro que le gustan las lucecitas :p
Y donde está eso?? yo quiero probar un rasca-culos de esos 🙂
Esta en Yurakucho, al lado del Foro internacional, o al menos allí estaba este fin de semana
desde luego que como tú tengas que echar humo por las orejas, ¡apañaos van los nipones!.Aquí tambien hay mercadillos navideños, aunque no pueden comparar a los alemanes o centroeuropeos. ¡pero tenemo un pan de bocatas que ni te cuento!.Buen provecho, cariños.
Nere, me sigue «sonando» esa chaqueta
PAAAAAAAAAAAAN yo quiero PAAAAAAAAAAAN de ese que aun cruje tres días después de haberlo comprado
Esa chaqueta y su solera van a seguir dando guerra… haciendo honor a su(s) dueña(s). Rascar, rascaba un poko, yo sigo prefiriendo un buen vino dulce de la tierra!