octubre 28th, 2014 lorco
Este verano teníamos vacaciones más largas de lo normal y no podíamos dejar que eso quedara así.
Antes de seguir… Aquí usamos la primera del plural, pero todos sabéis a quien se le ocurrió la idea y quién le puso entusiasmo. Yo me limité a sacar fotos y a no acercarme demasiado… 😉
Teníamos que hacer algo con nuestro tiempo «familiar» y más sabiendo que estaríamos en el campo durante la estancia en Lorca.
Después de pensar durante unos cinco minutos llegamos a la conclusión de que haríamos una casa en el árbol.

Al principio debo reconocer que nadie pareció interesarse por el proyecto, un par de «sí hombre, sí», un par de «ya verás como se queda a medias» y poco ánimo con respecto a la idea.
Aún así nos presentamos en la tienda de bricolaje más cercana con una lista de materiales necesarios y algo de ilusión. Aquí se produjo el primer cambio del proyecto. Vendían una pérgola por el precio de la mitad de los materiales necesarios. Pues con una pérgola empezaríamos.

Cortar, cavar, medir, nivelar… Tan sólo día y medio después, teníamos la pérgola montada y ya algunos empezaban a cambiar de idea, «oye pues ni tan mal», «yo ahora haría…»


En esas estábamos cuando mi cuñado apareció con EL SUELO de la cabaña, un enorme tablón que cubría casi la totalidad de la pérgola y nos dejaba listos para el siguiente paso.

Ahora ya se veía como algo más, sólo faltaba la casa, una valla y la escalera… Esto prometía.

Mientras discutíamos si la casa debía estar hecha con palés, con madera curada o de listones varios, encontramos una casa de jardín en otra tienda de bricolaje; una que bien podía terminar en lo alto de nuestra plataforma.
Allí se lanzaron Elena y Pepe, ya teníamos inversores. Al día siguiente la casa estaba entre nosotros y la atornilladora eléctrica empezó a dar vueltas.


La valla, la pintura y las poleas que usáremos para el cubo ( ¿Qué cubo?) a cargo de los abuelos Eliseo y Mari Carmen. Nos salían inversores por todos lados. Teníamos «voluntarios a la fuerza» que no paraban de ayudar y la cosa avanzaba.
Mi plan original de hacer sólo la plataforma, valla y escalera se había visto superado y ya teníamos TODO listo. Sólo nos quedaba pintar, asegurar todos los huecos y poner la escalera. Evidentemente la escalera fue lo último para evitar el acceso a todo juvenil con ínfulas de explorador suicidas. Y las madres, de expertas en riesgos infantiles aportando sabios consejos.

Daniel, el mayor de los sobrinos, eligió colores, naranja, verde, marrón y para la valla el azul.
Grande este sobrino que adora el naranja como yo mismo.




La inauguración de la casa nos pilló con TODA la familia, al menos toda aquella menor de 5 años, de visita y pudimos probar la resistencia, seguridad y si gustaba a los enanos lo mismo que a los grandes.
Desde este humilde rincón, gracias a todos aquellos que echaron una mano, que pusieron clavos, pintaron, aconsejaron, cavaron y hasta nos dijeron al final «pues ha quedao de puta madre»

Y como no están todas las que son… El ALBÚM aquí abajo.
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octubre 15th, 2014 Nerea
Son las siete y media, el segundo tifón de octubre se fue coleteando esta madrugada, dejándonos el reguero de paraguas siniestrados y una mañana radiante, como siempre.
Me dirijo como buen autómata a mi andén de la Yamanote y entonces ocurre… El tren se acerca y algo no me cuadra: ¡es marrón!

foto robada porque la nuestra era una KK
Ahora recuerdo, hace unas semanas vimos ese tren marrón y muchos de los que vivís en Tokio ya sabréis de que va esta película.
Para quienes no lo sabéis, a la compañía de JR(japan railway, no el de Dallas) les da por decorar los trenes de vez en cuando con motivo de algún evento (estreno de cine, campañas gubernamentales, etc..)

En esta ocasión, algunos trenes de la Yamanote han sido recordados (por fuera) como un antiguo vagón de tren. En honor a…
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octubre 14th, 2014 lorco
Íbamos a contaros que seguimos vivos, que el tifón numero 19 del 2014 pasó anoche por Tokio y que dejamos la cámara puesta para ver como se movía el aguacate, al final lo que mas se mueven son las nubes. Pero eso si, seguir los consejos de los ÚNICOS héroes del ROCK.
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octubre 10th, 2014 lorco
Hace un par de semanas me desperté, no mucho después de las 8, y había cierto revuelo en eso de los internetes, ese día se anunciaban los resultados del sorteo de la maratón de Tokio. Algo le decía a mi cabeza que yo había rellenado eso, que lo mismo me tocaba. Siendo cincuenta mil los que corren y trescientos mil los que lo piden no pensé que realmente…
Dear Mr. Guillermo Navarro Romero ,
Congratulations! You have been selected to run Tokyo Marathon 2015.
Nada mas leerlo no sabes si te alegras de la «putada» que te acaban de hacer, acaba de tocarte la lotería y no termina de estar bien el asunto. Vamos que ahora toca salir a correr toooooodas las semanas.
Eah, pues de perdidos. El mismo día pagué la inscripción, busqué entrenamientos para una maraton y a correr toca. Desde aquel «suertudo/fatídico» día llevo corrido, más o menos la distancia de una maratón…
Sé, por aquella gran experiencia que Oskar nos dejó compartir, que el ambiente va a ser una pasada, que no me enteraré de los primeros veinte kilómetros. Eso no quita que los siguientes veintidós si que me machaquen como me merezco por meterme en líos que no me tocan.
Debo decir que lo máximo que he corrido, así de seguido, no ha pasado nunca los veinticinco kilómetros, nunca jamas. Vamos que me atrevería a decir que no he hecho cuarenta y dos kilómetros seguidos ni en bici. Así que me he arrimado a todos esos locos que corren y les he pedido consejos, el básico que me han dado es siempre el mismo «sal a correr, no pares»
Alguno que otro habló de dieta, zapatillas o suprimir la ingesta de bebidas alcohólicas, hay mucho loco en esto de correr, tomé nota de todos los consejos y ya haré yo buenamente lo que pueda.
Para el mes de noviembre me sale un planazo BRUTAL.

Veo difícil, complicado, eso de salir a tomar cañas los viernes hasta las tantas, habrá que moverlo a los sábados para «recuperar» 😉
En un remoto pasado
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octubre 8th, 2014 Nerea
¿Quién de vosotros ha tenido un hijo? ¿Quién de vosotros ha escrito un libro? ¿Os vamos a hablar de bonsáis? ¿O de qué?
Hace un mes descubrí en un programa cultural del Cervantes un acto llamó mi atención. Alguien que algunos de vosotros conocéis por haber compartido historias y risas a través de este blog, tenía previsto hacer la presentación de su último desafío: «Afinando un sueño» .

«Afinando un sueño» es un libro que no solo recoge lo más granado de este finalista del Premio Bitácoras, es mucho más. Ha pasado años en Japón «rascando teclas» sin volver a su Zalla natal, ha sabido encontrar el encanto a su alrededor y ha convertido esta ciudad de atómatas en un derroche de humanidad con la magia de su prosa.
Además ha llenado sus días de karate, cursos de ceremonia del té, festivales de Yosakoi, maratones, saraos en torno a lo ibérico… Y como no, también ha ocupado sus noches con borracheras interminables, monólogos imposibles o búsquedas incansables de la chica de sus sueños con su «esa así como pa’mí» ( y por el camino ha encontrado a la chica del avión, la de Enoshima, la de Shimokitazawa, la de Okinawa…) Sí, !ha buscado mucho! Pero ha terminado por encontrar a «La chica que siempre sonríe», Chiaki. Y menos mal, porque él es el chico que siempre acaba echando la lagrimita… Cuando se casó, cuando nos presentó a su familia, cuando nos anunció junto a Chiaki que estaban esperando a Kota, cuando se comió un tubo de wasabi disfrazado de Hello Kitty…
Así que cuando nos propuso que eligiéramos un capítulo de su libro para leerlo durante su presentación, muchos pensamos… ¿Cómo hago para que no llore?
Algunos leyeron capítulos cachondos, otros leyeron de forma cachonda, pero todos leímos lo mejor que pudimos. Yo solo puedo decir, que tuve que leer el mío hasta 5 veces para evitar que las palabras me picotearan la garganta y me humedecieran los ojos. !Pero lo conseguimos! …. Y Oskar, no lloró.

Para quienes aún no lo sepáis. Oskar, nuestro euskaldún, es entrañable, tiene cara de no haber roto un plato ni de plástico, una modestia que envuelve hasta sus logros más audaces y un corazón que como se dice comúnmente «no le cabe en el pecho». «Afinando un sueño» es un pequeño tesoro, un trocito de la vida de un «rascateclas» con vocación de poeta, que sueña con poner un bar, y seguir cuidando de los suyos a golpe de copas, tapas y sonrisas (y alguna lágrima).
¿Dónde he puesto los clínex?
Mahal me recuerda que no he dicho absolutamente nada de cómo transcurrió la presentación… !Qué diablos! Cuando tiene razón, tiene razón. !Vamos allá!
Cosas que sabríais sobre «Afinando un sueño» si hubierais podido asistir. Habríais descubierto cómo llegó Oskar desde Zalla a Tokio hace más de diez años. Os habría explicado lo que le impulsó a escribir su primer post y el nacimiento del Blog de Ikusuki. Habríais sabido de sus idas y venidas por Tokio, sus añoranzas y esperanzas, sus risas y sus lágrimas, los amigos «para siempre» y los anónimos pasajeros que le arroparon el corazón. Habríais visto a Chiaki sonreír y a Kota liarla parda en plena presentación ante la tierna mirada de su padre mientras nos decía «Ahora le da un cacho pan y el tío más feliz que una perdiz». Poco a poco os habríais adentrado en ese universo tan particular y al mismo tiempo tan universal que Oskar ha creado y cuya síntesis es «Afinando un sueño». Compartiríais la sorpresa de Oskar al conseguir los fondos para publicar el libro… ¿Quién podría dejar escapar la ocasión de participar un poquito en este sueño?
Gracias… a Manolo por ceder un espacio de su biblioteca a este proyecto, a Teresa por darle difusión, a todos los lectores (virtuales o no) que han hecho posible este sueño, a Fran por darle forma, a los que estuvisteis allí este sábado, a Chiqui por los vinitos de después, a Misaki por echarle valor y cerrar con uno de los pasajes más poéticos, a los lectores (Dani, Zordor, Chiqui y Mahal). A Chiaki por sonreír pase lo que pase, compartir a Oskar con sus a veces incomprensibles amistades y a Kota por hacernos ese escaner con sus ojos de querer comerse el mundo. Gracias a Oskar… ¿por dónde empezar?
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