Migraciones
diciembre 11th, 2014 lorcoTodos los inviernos somos testigos de una de las migraciones que mas furor causa en el mundo científico.
Estamos hablando de la «pelusa ombliguera» esa gran especie que levanta odios y pasiones a partes iguales.
No analizaremos aquí esos odios o pasiones, no entraremos en el debate de quien debe sacarla, el tema que nos tiene intrigados es «su migración» y de ella hablaremos.
Allá por el mes de noviembre, cuando las camisetas de manga corta dejan paso a los jerséis y «los jaldares» pasan a ir por dentro, es cuando empezamos a ver los primeros signos de esta migración. Poco a poco, las pelusas ombligueras van tomando forma; pequeños grupos de no más peso que algunas micras son desalojadas todas las noches. Efectivamente, conforme vamos anadiendo capas de algodón en nuestra vestimenta constatamos un aumento de tamaño, llegando a casos de mas de un gramo.
Será ya en los meses de diciembre a febrero cuando estos habitantes del ombligo lleguen a su máxima ocupación, y no será suficiente un desalojo diario de su habitat, sino varios.
Siguiendo las teorías de migración actuales se podría considerar que los “factores de atracción” (pull factors en la terminología académica) son los PULL. Pero no, hemos comprobado científicamente que también acuden con sudaderas, jerséis, rebecas e incluso chalecos de invierno.
Lo que si concluyen nuestros estudios es que se trata de una «migración golondrina»
Emigración golondrina es la emigración temporal y repetitiva de carácter anual sin establecer arraigo ni integración en la nueva comunidad, generalmente por motivos laborales no tradicionales y por tanto diferente a la trashumancia y vida nómada.
En efecto, no se han visto en ningún caso pelusas ombligueras estableciendo residencias duraderas en este habitat.
En verano, bendito verano, es imposible encontrarlas, quizás los “factores de expulsión” (push factors en la terminología académica) pueden ser las ráfagas de aire que pasan por debajo de los jaldares, al encontrarse estos no introducidos en los pantalones, constituyendo un habitad adverso para el asentamiento de las mismas.
Quizás toda esta migración es debida a una selección natural que ha provocado, mediante condicionamientos instintivos y niveles endocrinos, que la subida de la temperatura haga que nuestras pelusas ombligueras emigren a climas más fríos. Allá donde los pingüinos.
Tan solo una pregunta nos queda, ¿tendrán los esquimales pelusas ombligueras perennes?
Pd.- para evitar «traumar» la salud mental de los visitantes de este rincón hoy no incluimos fotos.
Pd.Pd.- Lo estáis deseando, seguid informándoos aquí.
En un remoto pasado
- Hace unos 365 días, relatábamos Hago VAHO en el salón
- Hace unos 730 días, relatábamos Es país para Hobbits
- Hace unos 1095 días, relatábamos Refugiados económicos
- Hace unos 1460 días, relatábamos Contando pastillas
- Hace unos 1825 días, relatábamos They are taking the lorco to Moria
- Hace unos 2190 días, relatábamos Abrigando palmeras
- Hace unos 2555 días, relatábamos Ya ha empezado la temporada de serenatas
- Hace unos 2920 días, relatábamos Y nos dieron las diez y …