Dime que comes…
O que no comes y te diré un poquito quien eres.
Pues algo así nos paso en la visita al Fuji que hicimos con «Los progenitores».
Tanto nos había gustado el restaurante al que nos llevo Hide que repetimos, otra vez el Hoto Fudo. Esta vez estábamos avisamos y las bañeras no nos cogieron a traición. Tan avisados estábamos que algunos hasta compartieron.
Pero lo divertido fue que al terminar, miramos el contenido de cada uno y era diferente, tanto que nos pareció gracioso.
A cada uno resulto que le gustaba mas una cosa. Paco se dejó la pasta, Adela comió hasta que no pudo mas, Nerea dejo sopa, mis padres casi nada y yo dejé verduritas. Al final todos contentos, la barriga llena y ganas de volver a ese restaurante.
El madrugón, la subida al Fuji y el atasco de la vuelta tendrán que esperar a mañana.
En un remoto pasado
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Menudas bañeras de sopa ponen en ese sitio!! 🙂 Incluso sabiéndolo tampoco veo que compartieráis mucho…ansias!
Dime cuánto comes…
no sigas…. no sigas…
Bueno, después del estupeno día y más rica comida, ¿quién se acuerda del madrugón ni del atasco?.¡ El Fujisam se hizo esperar de un año a otro, pero…Valió la pena! Gracias Guillermico por darte la paliza.
Jajaja molan esos platazos, aquí ponen cuenquitos.
Dios qué envidia me dais siempre los que vivís por ahí alante poniendo fotos de comida que aquí resulta tan difícil de comer… Con lo que a mí me gustan esas cosas! xD Y encima en tamaño bañera!!! Venga hombre! 😛
Wow….Hoto Udon es mi comida favorita! Tengo ganas de comerlo…….pero lo estais pasando genial!