El ama de casa
Dicen que es una profesión de esas de las de 24 horas y sin vacaciones, ademas de estar mal pagada.
Pero no nos despistemos, de lo que queremos hablar aquí es de un choque cultural que tuvimos y que quedo como tal hasta que un libro de Amelie Nothomb llego a las manos de Curro, de ahí a Nerea y de ahí a mi señora madre.
El título del libro, la historia y todo eso, naaaa, no importan. Lo importante es que mi señora madre se sintió identificada mil veces y lo que mas gracia le hizo fue la parte de «el ama de casa»
En el libro, si entendí bien, es «el amo de casa» pero la experiencia es la misma.
Eres invitado a comer/cenar a una casa japonesa y «el/la amo/a de casa» (a partir de ahora cocinero) no se sienta nunca a la mesa, no hay sitio par el/ella.
Pasa toda la cena yendo y viniendo, trayendo y quitando platos. Todo el rato sin parar, todo el rato sonriendo. Entre plato y plato, al menos en nuestra experiencia, se permitía el lujo de picar algo.
Nosotros nos mirábamos discretamente y hacíamos lo mismo que hacia el anfitrión, comer, sonreír y dar charleta.
Nuestros padres pasaron media cena preguntándonos cuando se iba a sentar la señora para poder comer tranquilos, al final solo se sentó a los postres, ya que la hija se levanto y se ocupo de los mismos.
Pues ahora, gracias al libro, ya estamos seguros de que no era una locura, mas gente en Japón lo hace. De ahí a que sea generalizado, una costumbre o simplemente una manía hay un trecho. Eso no quita para que nosotros nos riéramos en el momento, aprendiéramos algo nuevo y que ahora lo confirmemos como algo «menos raro de lo que nos pareció».
Así que si sois invitados a comer/cenar y uno de los anfitriones, el que actúa de cocinero, no se sienta en ningún momento con vosotros, no os preocupéis. No es que no le caigáis bien, es que quieren agasajaros como os merecéis y serviros la comida recién hecha. Eso si, a vosotros el papel de conversar y entretener con historias para «pagar» por ese servicio. No es mal cambio, ¿verdad?
Ya lo decían en la bola de cristal «Si no quieres ser como ellos, lee»
En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos P_A_N
Hace unos 730 días, relatábamos Cerveza de vuelta a casa
Hace unos 1095 días, relatábamos Shabu-shabu (しゃぶしゃぶ)
Hace unos 1460 días, relatábamos Efecto tele y más Taal
Hace unos 1824 días, relatábamos Y nos vamos a la playa
Pues nunca me ha pasado cuando me han invitado a comer aquí, seguramente porque no me lo merezco. Lo más parecido es ver a mi padre cuando se ocupa de preparar una barbacoa y se pasa todo el rato de pie sirviendo a los demás para que nada quede frío.
Palabra clave.- dolores
Va a ser que no has ido a los lugares correctos 😉
Hombre, salvo por lo del sitio, en todas partes hay gente que disfruta así, viendo la cara de gusto de los comensales, mientras comen lo que ha preparado y que cuando les insistes para que se sienten, te dicen eso de: «No no empezad, que se os quedará frío».
JAJAJAJA!!!
Si que es cierto que a veces se ve en alguna que otra casa, lo que si era raro era lo del sitio, y que NUNCA se sentó hasta los postres
Para los interesados, el libro se llama «Ni de Eva ni de Adán», y, además de divertido es la más de formativo en la cultura nipona. Mira que decir que el nombre del libro no importa…me acabas de destrozar el corazón…
Noooo, no me gustan los libros de la Amelie, bueno, no es cierto, Mercurio me gusto mucho, pero el resto…
Pero ya que esta mencionado, te daremos las gracias por poner ese granito de información que faltaba 😉
Curro tiene razón, ¿donde queda eso de nombrar las fuentes y esas cosas?.Si uno saca información de algún sitio lo educado es nombrarlo.
Esto no solo forma parte de la cultura nipona, yo me he visto en esa situación ( la del amo de casa ) en algún cumpleaños o en alguna nochebuena.
No son fuentes, es cultura :p
Y ya te quiero ver yo con el delantal la próxima vez que vayamos a tu casa
Puede que tengais razón y suceda en otros lugares, pero la verdad es que nosostros pasamos un mal rato porque no lo entendiamos. De todos modos la cena resultó fantástica, incluidas las urnas con las cenizas de los dos o tres perros.Gracias a Hirata Sam
A que si!??
No pusieron un montón de comida, un montón de risas y tan solo nos tuvieron un rato discutiendo del como y el porque 🙂
Lo de tratar a la mujer como una esclava en la casa,no me parece bien,yo creo en la igualdad de sexsos.
Yo me hubiera levantado y ofrecido mi ayuda.
Jonathan, lee…
Hablamos de los dos casos 😉