Kendo, segundo nivel
Hoy volvemos a deleitaros con las aventuras del kendo que parece que no pero han pasado cosas desde la última vez.
Como siempre, todo sin orden, en una lista.
- Mi nombre ya forma parte de los escritos con ordenador en la lista de asistentes.
- Ahora llevo todo el bogu, armadura, puesto durante la clase, ocho kilos extra.
- Últimamente para terminar la clase hacemos combates entre nosotros y así no le pegamos solo a Minami-sensei, creo que es la parte que mas me gusta.
- Un señor me pregunto amablemente si no me duchaba antes de irme a casa, que guarrete debió pensar, yo le dije que me duchaba en casa porque al irme en moto no contaminaba a nadie en el vagón del metro y se rió.
- La señora que me decía sayonara ahora hasta me habla de vez en cuando y me sonríe siempre.
- Raziel nos dejo para volverse a Mejico y ahora somos un poco menos sabios.
- Voy a intentar pasar el primer dan a finales de Julio, madre mía, si yo en judo me quede en cinturón blanco…
- Ahora dejo el shinai en el dojo y no parezco un ninja cuando voy con la moto, mola porque tardo menos en llegar pero he perdido en estilo.
- Somos dos chicos y cinco chicas en las clases de los jueves y dos y dos los martes.
- Ahora puedo hacer, con mas o menos errores, los nueve primeros KIHON (bases, pasos)
- Sigo vendandome el dedo gordo del pie izquierdo pero nadie me ha dicho aun que mueva mal el pie.
- Lo que peor llevo es la coordinación, como no, pie brazo. Se supone que debemos pisar justo cuando golpeamos y yo voy un poco a mi bola.
- Los dos primeros días con el men pensé que no saldría vivo, el casco ese hacia que respirase peor, como si no dejara entrar aire.
- Sigo aprendiendo palabras que no se repetir pero si asociarlas a un momento de la clase (furikomi-ashi, uchi, ashi-sabaki…).
- El hecho de gritar antes de empezar un combate o durante me da menos palo, aun así sigo sin gritar mucho.
- Una de las chicas me hizo una reverencia arrastraaaa por practicar con ella hasta tarde, yo no sabia donde meterme 🙂
- Llevo una muñequera en la mano derecha porque los golpes me la estaban destrozando, jodido KOTEEEEEEE
Y mil pequeños detalles que se quedan en cada clase, en cada golpe.
En un remoto pasado
Hace unos 365 días, relatábamos La salida del túnel y la sensación TOFU
Hace unos 730 días, relatábamos El día de la independencia
Hace unos 1095 días, relatábamos El hombre blanco no necesita préstamos
¿Y los 8 kilos extra de lorza murciana, que son, como el mecanismo para aumentar la gravedad que tenía Goku para luego sentirse más ágil en el momento de perderlos?
Si es que estos ninjas piensan en todo…
Muy quejica te veo yo. Ains, si es que estos gaijin no saben sufrir…
Es normal que no grites mucho, al fin y al cabo tu entrenamiento ninja te ha vuelto sigiloso cual gato afónico.
Creo que eso del grito sería la parte que más me gustaría, tiene que descargar un montón de tensión, todo es empezar ya verás.
No cejes en el empeño y sigue practicando,que<en cualquier momento te puede venirbien pá defenderte de la Nere.
Buen finde a todos
Pero grita hombre!!! Seguro que pegan todos unos alaridos como locos y tu ahí todo cortao! jajajjaj Si ya estás hecho todo un profesional con tu armadura y todo no te puede dar corte gritar… 🙂
Que dices! ya del primer dan? como va la cosa? es igual que en otros artes marciales? es que no se pero al menos en aikido la peña se examinaba del primer dan en plan 3 años después de comenzar con la práctica o así :S
Mu chulo el post…con ese toque poético al final..
Es que aquella gloriosa «Draculina de Lorca», el bestseller del año 82 en el colegio, ya era la semilla de un escritor en potencia…
Yo después de hacer el superman en una clase de yudo y dislocarme el codo, decidí que las artes marciales no eran lo mio!! pero oye… soy cinturón naranja!! jajajaja
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