El Doctor Jekyll y mister Yamanote
Hay pocos sitios donde se pierden las formas en las ciudades grandes, hasta un Yakuza torpe podría contarlos con los dedos dedos de una mano.
Normalmente son los bares, a altas horas de la madrugada y los transportes públicos (transportes en común, aun siendo traducción directa del francés, me gusta más)
En esta GRAAAAN metrópolis la cosa se descontrola un poco de mas. Suele darse en dos ocasiones, hora punta y temporada de cenas de empresa. Y como se añada un ligero retraso en los trenes a estas dos ocasiones…
Las reverencias se transforman en empujones, las «no miradas» a los ojos se transforman en sonrisas torcidas y el baje usted antes de que yo entre es un «sálvese el que pueda» en todas condiciones.
Esta semana hemos tenido especialmente mala suerte, un accidente (un señor mayor se desencajó el hombro y cayó a la vía) y nieve.
Lo del día del accidente era medio normal, trenes un poco más llenos, andenes un poco más nerviosos pero nada que veinte minutos de espera, dejar pasar tres trenes y llegar media hora tarde al curro no puedan solucionar.
Lo de la nieve fue una fiesta, los andenes hasta arriba, los de la primera fila mojándose con la lluvia/nieve, trenes rodando a dos por hora y reduciendo más a la entrada de las estaciones para evitar accidentes mortales.
Era tan, tan, tan festivo que en mi estación he visto como la gente que entraba volvía a meter en el vagón a un chico que intentaba salir. Afortunadamente se bajó en la siguiente (ni se quejó el pobre) pero yo no podía dejar de pensar en lo jodido que podía llegar a ponerse la cosa.
Y es que esos señores/as de traje con maletín/bolso en la mano, teléfono en la otra y cara de «como me gusta esto de ir a trabajar» sufren una de las transformaciones más horrible que jamas he visto. Gente que suele ser amable, respetuosa y relativamente considerada pasan a ser mister Yamanote, los reyes de ESE ES MI TREN y voy a subir.
Siendo crueles niños todos hemos tapado alguna vez la entrada de un hormiguero, ¿verdad? ¿Recordáis como las hormigas corrían para todos lados y pasaban unas encima de otras? Pues IGUAL, pero con traje.
Señores/as mister Yamanote, no hay prisa, en serio, su trabajo no se va a ir, les va a estar esperando aunque lleguen media hora tarde. Guarden las formas y sonrían, con algo de suerte les toca estar apretados conTRA alguien de su agrado y el día habrá merecido la pena.
En un remoto pasado
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Qué gustico no saber ni lo que es eso 🙂
Es lo que tiene LA AMOTOOOO, GUSTICOOOO
Yo solo he ido por la mañana una vez en hora punta y una vez en el penúltimo tren. Es un sálvese quien pueda. Cunado crees que no cabe nadie más se obra el milagro.
Siempre cabe alguien MAS, SIEMPRE
Supongo que la foto no es del día en cuestión, no?
Por si sirve de consuelo, en Seúl eso es el pan nuestro de cada día. Mucho respeto y tal, pero no en los transportes. Metros y autobuses llenos de ogros. Coreanos apacibles que se transforman en asesinos en serie al subir a un coche. Motos que van por la acera como si fuera un circuito. Y los taxistas, esos taxistas, que se saltan semáforos en rojo mientras hablan por el móvil y no apartan la vista de la TV.
Si, era del día en cuestión, pero en ese anden estaban «formalicos»
Malditos transportes y su efecto OGRO!!!
Supongo que el miedo a perder el empleo, tendrá mucho que ver. Palabra clave: paciencia infinita. 😉
Yo pondria COLLEJA INFINITA en la palabra clave, pero si, esperar al siguiente y saber que tu al menos iras un pelin menos apretao 🙂
Aquí que no tenemos ni metro qué a gustico se va a pie a todos lados 😉
aaaaah, las ventajas de vivir en ciudades HUMANAS!!
😉
Ya yo no estoy acostumbrado a eso porque es terrible. Acá en Panamá pasa lo mismo, pero en los buses de ruta, el metro aun no lo termina. Esa tocadera-empujadera-oledera-malascaras-groserías-gritos y más los viví por 10 años, por suerte en la ciudad que vivo en México no hay ese problema.
Ninguna ciudad debería tener mas de 250 mil habitantes, NINGUNA, así repartidos viviríamos mejor, seguro!!
Ah, he olvidado comentarles que el color verde-gris-negro del blog me tiene embobado. Saludos a los dos
MIL GRACIAS!!!
(y mil mas por seguir cayendo por este rincón)
Aún me acuerdo yo (y mira que ha llovido desde entonces),de mis años de curro en Madrid, en el metro a las 7 de la mañana
Aguja del pelo en la mano y pinchazo a diestro y siniestro…
O algo así creí oír 😉
Porque en todos vuestros posts salen las palabras birras o bar gratuitamente aunque nada tengan que ver, directamente, con el post??? xDD
La Yamanote es un infierno, y eso es así!!
Abrazos 🙂
Birra, birra, bar, bar, birra, bar, bar, birra, CUBATAAAA
(no sera que lo lees tu??)
Como mola esto de poder ir andando siempre a mi destino.
mwajajaja
Ya te tocara, ya….
TODO LLEGA
Es imposible comparar Valencia con Tokio pero aquí hay cinco dias al año que en el metro se puede experimentar algo parecido.En Fallas.Lo malo es que aquí la gente no es tan educada y civilizada en su vida normal como en Japón asi es que imaginate como se pone en esas situaciones.Una experiencia para recomendarsela al que mas odies.
Y ademas en esa época la gente leva PETARDOS, peligro, peligro