febrero 28th, 2014 Nerea
Hace muuuucho tiempo, en una galaxia muy lejana, unos incautos gaijines acompañaron a un no menos cauto ikusuki a su desafío anual y descubrieron un bizarro mundo de deporte, sudor y lágrimas… la maratón de Tokio. Las lágrimas, pronto comprenderíamos, no serían solo de dolor, sino más bien de descojone… Y quien no sepa de qué va a la película, que consulte el archivo.
No pensamos que volveríamos a ver aquel espectáculo… uno de nosotros se equivocó. Y por el estilo del post ya os habréis dado cuenta de que no fue Lorco. ¿Me ha dao un siroco y he empezado a hacer deporte? Sí a lo del siroco, pero lo de hacer deporte habría que matizarlo… Maticemos.
No todos los corredores tienen un par de amigos locos dispuestos a madrugar y pasar frío para animarlos, y eso aquí en Japón se tiene muy en cuenta. Ningún corredor (que tiene huevos hacer 40 kilómetros) está solo, y para eso se movilizan grupos de música, asociaciones de vecinos, centros culturales… (¿lo veis venir ya?) ¿ y qué mejor manera de marcar el ritmo y calentar los corazones que a ritmo de TAIKO?

El domingo a las siete y media he de admitir que no lo veía muy claro, pero una vez que llegas, te preparas y empiezas a darle al bombo con todo lo que tienes… Es como una simbiosis: los participantes te animan con su agradecimiento y tú les correspondes con gritos de «gambare», redobles de tambor y tintineos de timbales… Pero sobretodo hay un intercambio de sonrisas, saludos e incluso fotos. Y es que los disfraces de más de uno son pa mear y no echar gota… como la cara que se nos quedaba cuando algún/a corredor/a se paraba para tomar una foto del grupo (nosotros flipando en colore) o incluso pedía a los que andábamos a pie de calle con los sonajeros y los cimbales que posáramos con él/élla para llevarse el recuerdo a casa…
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febrero 19th, 2014 lorco
Como todos los meses de febrero desde que llegamos, aunque normalmente es mas a finales, hemos tenido la NEVADA anual y no estuvo mal. Evidentemente una sola vez no iba a ser suficiente y LOS DOS últimos fines de semana ha caído GRANDE y GORDA.

El primer finde empezó la cosa el viernes por la noche y terminó la madrugada del sábado al domingo y este pasado empezó el viernes bien prontito y no paro hasta el sábado de madrugada. Así nos dejo ir a la despedida de Manuela .
Las dos veces nos tocó meter las plantas dentro de casa, al menos el aguacate, abrirnos camino hasta las cervezas, luchar por dejar un poco de poesía en este mundo de brutos, pero mereció la pena.

Y los dos sábados, en uno de esos momentos de «¿pero donde voy yo?» nos fuimos a darle patadas a un balón, bajo techo, que tampoco es plan. Y eso nos permitió disfrutar de la nieve en todo su esplendor, cuando aún esta cayendo y andar sobre ella es agradable, blanco y nada deslizante.

El primer domingo, bajo un sol de ídem, nos fuimos a ver lo que había dado de sí la cosa en el parque de Shinjuku. A parte de mucha mierda blanca pudimos rescatar más de una y dos fotos, alguna que otra sonrisa y sobre todo ganas de volvernos, corriendo, a casa. Para muestra…





Como sería la cosa que acabamos con Tio Chiqui en un onsen calentándonos nuestros fríos culos.
En un remoto pasado
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febrero 17th, 2014 lorco
Todo empezó con la despedida de Manuela, bueno, la cuarta fiesta despedida de Manuela (xa botámosche de menos) como toda fiesta que se precie empezó tranquila, un par de cervezas, muchas risas y más de un abrazo.
La cosa fue que en ese momento de «el ultimo tren», cuando toca decidirse entre irse a casa o arriesgarse a «ver que pasa» optamos por el riesgo. No pintaba la cosa como una noche extra movida, que equivocados estábamos, la idea era visitar a una pareja de amigos en su lugar de trabajo, el pinchaba y ella estaba detrás de la barra. Un club nos dijeron, un lugar donde a veces suena salsa.
Con mas miedo que otra cosa fuimos al lugar, una segunda planta, el club ELEGANCE. Con ese nombre y lo de la salsa no apostaba yo más de dos minutos en el garito, jaaaaaa
Al llegar primera sorpresa, la dueña Colombiana, el camarero Peruano, la música que sonaba… Dance tranquilito. Bien, sin problema.
Resulto no haber nadie aun y nos dieron la opción de ELEGIR MÚSICA, mare mía, mare mía que error. Ya no consiguieron echarnos hasta la salida del sol.

Nunca, nunca jamas habría podido pensar que estaría saltando bajo los ACORDES de «revuelta en el frenopatico» en mitad de Tokio un sábado por la noche.
No diré que todo fue un festival punki, lejos de ahí estuvo la cosa, pasaron por nuestros oídos Los Planetas, Extremoduro, Platero y Tu, Negu Goriak, Los Suaves, Nino Bravo, Raffaella Carrà, Reincidentes, Leño, Mecano, Gabinete Caligari, SIESTRO TOTAL, Los Rodríguez, Seguridad Social, Celtas Cortos, Mago de Oz….
Mas contento que un niño con TRES pares de zapatos nuevos.
¿Que como conseguimos hacernos con el local? Fácil, es un sitio pequeño, poco mas que una habitacion de 30 metros cuadrados, muchos espejos, algo de luces y seis altavoces ¿Que por que la dueña no nos pateo y cambio la música? Más fácil, a ver como echas tu a 12 locos dando saltos de tu local si ademas estas consumiendo, te dan conversacion de vez en cuando y son amigos de tus empleados…
La mañana nos sorprendió llegando al metro, dándonos abrazos de nuevo con la GRAN Manuela (que te ira, seguro, bonito) y descubriendo que el maldito piloto automático funciona incluso cuando te encuentras en el séptimo cielo como el señor de la foto.

Mil gracias a David y a Thays por dejarnos OKUPAR su bar, por ponernos una ESTUPENDA selección musical, por reírse con nosotros y por no echarnos del garito.
Mil mas a Chikara por demostrarnos que LA SALSA es un baile que se lleva dentro, maestro.
En un remoto pasado
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febrero 13th, 2014 lorco
No el que vosotros estáis pensando, pandilla de gente de sangre caliente. Del golpe de cadera que queremos hablar hoy es el que nos toca dar unas ciento cincuenta veces cuando estamos en el metro.
Antes de empezar mejor ponernos en situación.
Algunos días, más de los que a Jamonera y a mi nos gustaría, voy al curro en metro, esos días me permiten leer como si no hubiera nada más que hacer, cosa que agradezco, y disfrutar de las «colisiones humanas», cosa que ya me gusta menos.
Llamamos «colisiones humanas» a aquellas que se producen cuando uno se dirige hacia algún punto X, otro ser humano se dirige hacia un punto Y y las lineas definidas por el humano A hasta X y el humano B hasta Y se cortan en algún punto.
No se si es debido a que aquí conducen por el otro lado, a que son demasiado educados, a que no son educados en el metro, a las ganas de abrazarse que se ven sustituidas por esos choques entre lineas…
Lo que esta claro es que como no desarrolles tu golpe de cadera te vas a comer a más de uno y más de dos. Que tampoco me quejaría si todos fuéramos guapisisisimos, oliésemos a rosas, nos diésemos luego dos besos y listo. Las circunstancias reales de estos choques son más del tipo de pronto por la mañana, con gente medio dormida (quizás otra razón), que tienen prisa o intentan tenerla, incluso algunos son feos (casi igual, o más, que yo) y de los dos besos de después NI HABLAMOS.
Es bonito ver como dos humanos se encuentran uno frente al otro, empiezan a mover sus caderas, se miran a los pies, a los ojos, a las manos. Dan ganas de tirar un balón a los pies y ver que pasa, o de ponerles música y que se agarren de la cadera el uno al otro.
Esto me lleva a concluir que en poco tiempo Japón pasara a ser una de las grandes potencias de los deportes en los cuales el golpe de cadera juega un papel fundamental. Y mira que aquí tienen eso de señalar con la manito para donde vas a ir, que de algún golpe te salva, pero aun así, día tras día, hora punta tras hora punta, las caderas de los japoneses y los que cruzan sus lineas de desplazamiento se irán fortaleciendo hasta que la salsa sea baile oficial del metro de Tokio.
AZUUUUCA
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febrero 6th, 2014 lorco
Esto de los museos se nos esta yendo de las manos y solo llevamos tres ediciones, en serio, no creo que JAMAS podamos superar la exposición de este fin de semana.
Tan difícil, tan difícil que nos cuesta hasta explicarlo.
Abierta hasta finales de Febrero, con un precio insuperable (gratiiiiii) nos fuimos a ver «2 NECROMANCYS«, una exposición de Naohiro UKAWA (la sala).

Lo podéis leer en ingles y ver lo que ellos mismos dicen, o seguir, seguir y seguir leyendo.
1000 autógrafos FALSOS, ojito, 1000


No tenemos ni idea de como, cuando ni por que se le ocurrió semejante locura. Al parecer es una critica a esa costumbre de los restaurantes en japón (que no solo japoneses) de hacerles firmar esa cartulina cuadrada a todos los famosos/famosetes que visitan su establecimiento. Jode, hasta hay algunos que lo graban en vídeo y lo ponen en bucle.
Este genio decidió que si algún día abría su restaurante el iba a estar preparado, por su local pasaría TODO aquel que el decidiera. Nosotros encontramos más de una sorpresa, más de dos, y muchas risas.
Sin duda la que más nos hizo reírnos fue la de Lady Di y Charles en la misma cartulina, un cabronazo.
La idea nos pareció cojonuda, hubiera sido PERFECTA si hubiera hecho autógrafos en serie, puestos a la venta a 100 yenes y conseguir destrozar el mercado, vamos, hasta hubiéramos comprado más de uno y más de dos para el GRAN ikusuki y su bar.
El artista decidió que, aún siendo falsificaciones, su valor era de unos 4000 yenazos (30 euros aprox). Sin duda el único error, con lo bien que hubiera estado saturar el mercado de los autógrafos en restaurantes en japón…
Sin mas os dejamos con una pequeña selección, muy reducida, había TANTO donde elegir que tuvimos que hacer muuuuuchas mas y ahora tenemos una galería a la cual os invitamos a asomaros (nosotros también lo hacemos gratis)






Y pensar que podría haber COLAPSADO la economía del autógrafo de famoso, ojito, entre los autografos esta JULIO IGLESIAS y HUGO CHAVEZ, FLIPAAAA
En un remoto pasado
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febrero 4th, 2014 Nerea
Ayer a las ocho de la tarde, estábamos a 18 grados en la terraza, disfrutando de una cerveza y riéndonos del pronóstico del tiempo para hoy… Hace una hora que empezó a nevar, y no tiene pinta de querer parar… Pero que bonico y entrañable es cuando todo se detiene… (y no, no estoy hablando de los trenes, chistosillos… eso no tiene ni puñetera gracia)

Un beso para Celine y su imitación del acento de Quebec que desgraciadamente es imposible de traducir al castellano… Imaginad a un yanki, bien yanki diciéndolo y reíros el doble.
(lo sabemos, estáis esperando impacientes para saber a que LOCURA nos enfrentamos el fin de semana, a duras penas podemos dormir después de LA EXPOSICIÓN, esto ha sido insuperable)
En un remoto pasado
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enero 30th, 2014 Nerea
Sábado, dos de la tarde. Una pareja de guiris entra en el chino de los gyozas con queso con un nuevo juguete… No, no hemos decidido montarnos un post porno, ya podéis dejar de leer.
¿Seguis ahí? ¿Queréis saber cual es el juguete? Se llama OJETE (me lo acabo de inventar y me gushhhhhhta!!!) y nos pdermite hacer fotos sin mirar, conectando un objetivo al movil por wifi y obteniendo reportajes tan inesperados como este… Menos mal que no me miro cuando fumo. Dios, qué jepeto.

Olvidemos pues los juegos sobre la mesa del restaurante y llevémonos a OJETE de paseo… Museo de Arte Moderno de Tokio, allá vamos.
Cuadros, esculturas, biombos con bambúes y grullas… Uy, ¡una sala con sillas naranjas!
– No te muevas Mahal, que se me ha ocurrido algo que hacer con el OJETE.
– Oye, aquí fijo que hay cámaras y si te crujes nos echan con una multa por daño a patrimonio artístico…
– No te muevas, quieto ahí, sigue mirando al techo como antes…. CLIC
– ¿Vamos a ver el resto del museo? Las sillas naranjas molan pero… igual hay más cosas naranjas por ahí.
– Espera, hay una improbable historia de amor entre es-culturas y si-llas. Ya la tengo

– Ottia tú, ponte aquí a mi lado. Mira, que selfie más «moerno»…
– Mahal, lo tuyo no es normal. Hasta cuando el espejo está to borroso te mola mirarte… Coño, pues sí que mola.

– ¡Pasajeros al tren! Próxima estación, Amanecer. Destino, Onsen colgante.
– ¿Mahal? ¿Andestás?
– He subido a otro tren y ahora voy por el segundo piso. Date prisa, te va a gustar.
– Ufff ufff ¿Has visto a la familia de pescadores al anochecer? ¿Y ese ojo que te mira de frente? Casi me quedo hipnotizada…
– Yo recuerdo a la anciana que paseaba al atardecer, ¿la has visto? ¿y el retrato de ese tipo que parece que está ahí mismo mirándote?



– Shhhhhhh Aquí no hay tren… Nos movemos en el tiempo.
– ¿Qué bien? ¿Por dónde empezamos?
– Paisajes del terremoto de Kanto, antes y después.
– Y la mujer forzuda, que levanta una calle con su cielo estrellado y todo como si fuera una cortina de kabuki…
– ¿Qué te has fumado en la primera planta? No te despistes, ya estamos en la represión contra los comunistas…
– Me recuerda a algo… ¡Ya está! ¡Las cajas de cerillas!
– Shhhhhh Y ahora la Segunda Guerra Mundial… ¿Espera, esos paracaidistas caen hacia arria?
– No, no. Fue la aplicación esa de retoque de fotos. ¿A que mola?




– Hemos llegado a la última sala: arte abstracto.
– Texturas, colores, ¿zapatos quemados? ¿mini pezones? ¿Estoy de subidón otra vez?
– ¡Cómo mola! Esas dos pantallas están conectadas. Haz mejor un vídeo, ¿no?

– Anda, un maniquí al otro lado del cristal que mira al maniquí de dentro del cristal… Voy a decirle algo… («Hay un tipo dentro del espejo, que me mira con cara de conejo»)
– CLIC


En un remoto pasado
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enero 22nd, 2014 lorco
Ya hemos comentado un par de veces que esto es un país para gente pequeña, y no hablamos de Chiqui, aunque tengan luchadores de sumo.
Si ya me es imposible, o casi, encontrar un 45 en zapatos y poder salir con ellos de la tienda sin tener que recorrerme media ciudad; este fin de semana tuve que enfrentarme a la XL japonesa, versión chaqueta.
Ando yo pensando que en estos periodos donde irse a esquiar es la ocupación de fin de semana, posque mejor encontrar ahora una chaqueta, que luego en agosto, aunque estén las rebajas, ya no es lo mismo.
Ya habíamos tenido nuestros más y nuestros menos con las camisetas XL que nos transforman en morcillas de color carne, ya nos habíamos enfrentado a pantalones de la 42 que terminaban cuatro dedos por encima de nuestros tobillos. Pero hasta el fin de semana pasado no habíamos luchado con las CHAQUETAS PARA RASPAS.
Todo empezó allá antes de Navidad, pasamos por delante de una tienda, vi una chaqueta que me gustó y, como eso pasa una vez cada 150 años, nos dimos el lujazo de dar la vuelta, entrar en la tienda, mirar el precio, y preguntar si tenían una talla «así como pa mí».
La dependienta, amable, sonriente y en japonés, nos indicó «ahora mismo no, quizás en un par de semanas tengamos algo».
Como nos fuimos a las tierras patrias a llenar el frigo no habíamos podido ir hasta este finde, antes de ver esas CAJAS DE CERILLAS VENIDAS DE LA URSS. Ella no parecía muy segura de que yo fuera a entrar, yo no estaba seguro de que una vez dentro pudiera salir, pero aun así me probé una magnifica XL
Si me descuido le peto la cremallera antes de intentar subirla, al mover los hombros para enganchar la cremallera falto oírse un CRACCCG.
Como la dependienta era maja, me preguntó si era porque llevaba muchas capas de ropa. Un jersey (o niki) fino de hilo y una camiseta, señorita. Como no me quite la grasa a bocaos no va a haber manera.
Siempre sonriendo me indicó «lo mismo para el año que viene la marca ha hecho una XXL»

Mientras tanto sigo buscando una chaqueta…
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enero 20th, 2014 lorco
Algo que nunca deberían hacer sus mercedes es abrir la página de «cosas que hacer en mi ciudad» y dejarse guiar por el primer evento que tenga un nombre interesante, raro o venido de países lejanos.
Si lo hacen, sepan ustedes que pueden terminar, como nosotros, en una exposición sobre cajas de cerillas venidas de la antigua URSS.

Así somos, abrimos la guía cultural y nos da por saltar al vacío, irnos a visitar una chorrada, eso si, nos reímos.
Era el último día de la exposición, era nuestra última oportunidad de ver mas de 1000 cajas de cerillas venidas de lejos y con posiblemente más años que nosotros, ¿cómo decir que no? Era impensable retenernos.
Nos animamos, salimos mucho antes de lo recomendado un sábado por la mañana (ni siquiera eran las 11:00) y para darnos fuerzas nos zampamos un par de platos de pancakes que ya los quisiera para él cualquier luchador de sumo intentando ganar peso.


Acto seguido fuimos a comprobar que este no es país para medir más de 1’80 (pero eso lo dejamos para más tarde esta semana) y como no es bueno terminar el día en derrota saltamos a la exposición de CAJAS DE CERILLAS VENIDAS DE LA URSS.

Al llegar yo me decepcioné una poca, esperaba un museo, un sitio GRANDE y lleno de expositores, vitrinas y carteles en japonés que nunca entendería, pero no, resultó que el lugar de la exposición era una tienda.
Dos fueron mis sorpresas, la primera que fuera una tienda, la segunda que NO TODO estuviera a la venta, si no que mostraban colecciones de CAJAS DE CERILLAS VENIDAS DE LA URSS y tan solo vendían ‘los cromos repes’.
Claro que estando allí, después de que Nerea (siempre paciente) me convenciera de que ya estando mejor mirarlo todo, no paró de llegar gente. En serio, en una hora y media que estuvimos dentro, debieron llegar más de 20 personas (en un espacio de 20m, eso se nota).
MAS DE DIEZ PERSONAS interesadas por las CAJAS DE CERILLAS VENIDAS DE LA URSS, el mundo se está terminando, o eso o estamos más aburridos que un mono sin piojos y con las manos atadas detrás de la espalda.
Después de los primeros minutos de confusión, de las luchas conmigo mismo para abandonar el garito y lo que Nerea tardó en convencerme de quedarnos… El rollo me gustó (estoy enfermo, lo sabemos) y como no había cartelitos en idiomas incomprensibles para leer (Intervención de la otra parte contratante: ancha era la URSS, y que y sepa el cirílico y las lenguas de los países del Este nos son desconocidos, así que para saber si el cromo era de Rumanía, Hungría o Polonia tardábamos una miaja) me centré en mirar los dibujos, buscar alguno chulo y reírnos un rato de la locura de la exposición, de la nuestra mejor no, que uno empieza a reírse de su locura y termina en habitaciones acolchadas.
Eso sí, salimos de allí con una colección de CAJAS DE CERILLAS VENIDAS DE LA URSS y ahora tenemos que buscar que hacer con ellas.

Alguna idea tenemos…
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enero 15th, 2014 lorco
Sin duda hay algo que me asombra de volver a la tierra patria, es la facilidad para convertirnos en superheroes, me explico que si no va a parecer que estamos aun peor de lo que estamos.
Llevamos unos cuantos años fuera, llevamos unos cuantos años «hablando» en un idioma que no es el nuestro y por mucho que entendamos «algo» de lo que nos dicen, el ruido de fondo sigue siendo eso, ruido de fondo. En cambio es pisar la piel de toro y…
Esa sensación de pararte en mitad de cualquier sitio, de cerrar los ojos, abrir los brazos y dar vueltas sobre uno mismo. Te empiezan a entrar conversaciones por todos lados, hasta los ruidos tienen un significado reconocible, lo que hay que hacer es parar antes de que la gente te mire y empiecen a señalarte con el dedo. Si oís ese «sonido» es que os habéis pasao de ser superheroes.
No solo lo entiendes todo, la gente te entiende aunque hables bajito, aunque pongas acento, aunque hables rápido, sin duda nos hemos convertido en superheroes. Ahora podemos desfacer entuertos, mandar «recaditos», ayudar al necesitado y decirles a las señoras mayores que se cuelan sin vergüenza (también conocidas como viejas peligrosas) que pa los que les queda de vida, mejor no correr 🙂
Ejemplo, uno va andando tranquilamente por mitad de Atocha, ve a una pareja mirando a derecha e izquierda preguntándose entre ellos para donde ir y tu te acercas y les dices, «recto, segunda a la derecha»
Y desapareces sin que se terminen de dar cuenta de que paso por allí (las bombas de humo ayudan)
Afortunadamente la sensación de exceso de información no dura más de 24 horas, es muu raro eso de que TODO sea en tu idioma, de que TODO sea demasiado comprensible. Puede llegar a saturar, puede darte por desfacer demasiados entuertos y eso suele terminar con tu persona enganchada a las aspas de algún molino.
Recomendamos que en esos casos uno se ponga los auriculares, la música a tope, unas gafas de sol, un libro… Cualquier cosa con tal de conseguir desconectar de tanto ruido comprensible, de tantas doncellas pidiendo ser rescatadas.
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